~Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
-Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
~Bueno, aunque te odie, si me necesitas, iré.
-No lo creo. Si me odias no me querrás ver.
~Pues cerraré los ojos.
-No me querrás oír.
~Pues no te dejare hablar.
-¿Entonces?
~Te abrazaré y te diré: ''¿Te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Lo decía enserio.''.
No hay comentarios:
Publicar un comentario